(Dibujo en tinta: Pablo Picasso) |
En las corridas de toros, la faena no concluye en la suerte suprema (el sacrificio del toro); en las mejores faenas, lo mismo que el torero -casi siempre- el toro también se va -como casi nunca- igual como llegó: sostenido por sus cuatro patas. Más todavía.
Aquí una muestra:
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