Acabo de participar en el VII Festival Internacional de Poesía Cielo Abierto (Nov. 28 a 2 Dic. 2013) realizado en Barranca, en homenaje a la memoria de José María Arguedas Altamirano, y nada me complace tanto como haber intervenido en el tributo realizado al escritor en la casa que habitara -por más de veinte veranos- en Puerto Supe.
Acompañado por el violín de Máximo Damian, ante la presencia del alcalde distrital, la arqueóloga Ruth Shady, el musicologo Leo Casas y un promisorio grupo de jóvenes poetas, narradores y músicos venidos de diversas partes del país, hice lectura de dos textos.
Acompañado por el violín de Máximo Damian, ante la presencia del alcalde distrital, la arqueóloga Ruth Shady, el musicologo Leo Casas y un promisorio grupo de jóvenes poetas, narradores y músicos venidos de diversas partes del país, hice lectura de dos textos.
Incurriría en flagrante mentira si no empiezo por decir que en los instantes previos no sentí nervios; pese a todo, tuve la insólita impresión de salir airoso. Tanto que hasta el enviado del diario La Primera (junto a otros periodistas acreditados) creyó conveniente reproducir mis palabras y perennizar el instante.
A comienzos de los años ochenta, cuando acababa de salir del colegio, al conmemorarse el onceavo año de la muerte de JMA, asistí a un conversatorio de homenaje realizado en la Biblioteca Nacional. Entre los integrantes de la mesa recuerdo a Luis E. Valcarcel, Antonio Cornejo Polar y Sybila Arredondo. Con el tiempo, un día, miré admirado una filmación de César Calvo acompañado por Máximo. Con todo, cuando hoy soy parte de aquella historia siendo más cierto es cuando menos creíble me resulta.
Anexo
http://www.laprimeraperu.pe/online/cultura/arguedas-fue-cupido-de-maximo-damian_156458.html
Anexo
http://www.laprimeraperu.pe/online/cultura/arguedas-fue-cupido-de-maximo-damian_156458.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario