Frank, cabalgando rumbo a Cajatambo. En frente, la Cordillera Huayhuash. |
Una mañana de mediados de 2015, en viaje de coordinación previo a la Expedición Caral-Kotosh de aquel año, en el poblado de Namiahuaín (alturas del distrito de Gorgor, provincia de Cajatambo), apenas aclaró el día, irrumpió al galope un caballo zaino conducido por un pequeño jinete que portaba a su espalda un arco y un puñado de flechas. Cabalgaba a pelo y al detener su marcha desmontó raudo para de inmediato desaparecer por el portón de la casa de Felipe Tolentino . Era apenas un niño de seis o siete años, pero era evidente que se trataba de un diestro jinete.
A la hora del desayuno, pues era hijo de Felipe -nuestro anfitrión- le dije: “Cuando volvamos vas a conocer a Frank, el anda como tú, con su arco y su flecha”. Todos rieron. Dicho y hecho, a fines del mes de agosto, aparecimos. Kristin, Mikkel y Oinsten (tres patriarcales docentes de la Universidad de Oslo), que habían decidido solventar y experimentar la aventura de recorrer la ruta por la que se expandió la Civilización Andina.
Cordillera Huayhuash: Frank, Kristin, Mikkel y Oinsten. |
Junto con los viajeros noruegos venia un joven
ashaninka, Frank Tsitsire Samaniengo. Graduado en Cenfotur y con dominio
del ingles y del portugués, Kristin y Mikkel, tenían en el hijo del
bosque (cuyo nombre nativo significa Grillo) a un ahijado al que habían
tratado -costeándole sus estudios- desde que lo conocieron como a un
hijo.
Por su parte Frank, orgulloso de su herencia y apasionado por mostrarlo, siempre anda, y seguirá andando, adonde quiera que se traslade con un arco y sus flechas. Del mismo modo que, después de cruzar la cumbre que divide los distritos de Ambar y Gorgor, Frank se presentó en Namihuaín.
Por su parte Frank, orgulloso de su herencia y apasionado por mostrarlo, siempre anda, y seguirá andando, adonde quiera que se traslade con un arco y sus flechas. Del mismo modo que, después de cruzar la cumbre que divide los distritos de Ambar y Gorgor, Frank se presentó en Namihuaín.
Camino: Nunumia-Paca-Cajatambo |
Para el pequeño jinete no hubo entonces mejor
regalo ni mayor sorpresa que coger el arco y la flecha que traía Frank.
El arco y la flecha que desde tiempos inmemoriales simboliza a su
pueblo.
Buen día, Sr. César Reyes. ¿Algún correo electrónico o medio de comunicación para dialogar con usted?
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