Ciudad de Cajatambo |
Si alguna vez, tú -sedentario y magnifico internauta- consideras llegar hasta esta maravilla de la naturaleza (en lugar de magnificar nimiedades banales: pequeñeces de una pequeña vida) bienvenido seas. Lo digo justamente cuando -por mas que el tiempo pase- acabo de retornar de un viaje con cuatro jóvenes entrañables por su humor y valor: Liliana, Gabriela, Oscar y David. Nunca olvidaré el momento en que, entre vientos y granizadas, con el corazón, literalmente, a punto de estallar, superaron los cuatro mil metros ascendiendo desde el litoral marino de Huacho y su universidad.
En mi caso, soy el mismo hombre gordo, calvo y canoso que partió. Pero al mismo tiempo, soy otro. Jamás olvidaré la mirada del Yerupaja, majestuoso y pavoroso, (y es que cuando se mira mucho rato una montaña, decia Nietzsche, es la montaña la que te mira). Pues, aun cuando el Huascarán sea la montaña más alta del Perú, resulta que, hecha la comparación, no pasa de ser un encorvado maganto gigante, mientras el Yerupajá es una enhiesta montaña de cuatro lados verticales y mortales (motivo de su otro nombre: Carnicero).
La Cordillera Huayhuash forma parte de los diez circuitos de montaña mas importantes del mundo. Más de la mitad de su área -compartida con Ancash y Huánuco- pertenece a la región Lima (provincia de Cajatambo, distrito de Copa, comunidad campesina de Huayllapa). Cada año, atraídos por la fama de su belleza, recibe mas de cinco mil visitantes (caminantes y montañistas, mayormente europeos) entre los meses de mayo a setiembre.
El desafío no es que exista, sino que también nosotros -cajatambinos y peruanos, en general- existamos para ella. Pues, nunca como ahora, las condiciones existen: carretera Lima-Huacho-Cajatambo-Huayllapa. De allí, del pueblo, luego de tres horas de cómoda y grata cabalgata por un camino amplio y llano, se llega al campamento de Cutatambo (El Rincon del Descanso, en quechua) y de allí a San Antonio: el más perfecto mirador de montañas del Perú.
Allí, en la pampa cercada, a 4,500 metros de altura, el visitante encuentra servicios higiénicos similares al de un hotel o restaurante de cualquier ciudad, pero que (igual a como sucede en Caral) verlos, con sus paredes de piedras labradas, en la pampa de Cutatambo constituye una verdadera atracción. De igual modo, la comunidad de Huayllapa cuenta con un magnifico hospedaje (con ventanas que miran hacia sus apus protectores: el Padre Eterno y el Luis Gargo), conexión de tv por cable, baños individuales y agua temperada.
Y puesto que el desarrollo, debemos suponerlo, consiste también en ostentar lo que tanto buscan los visitantes venidos de los mas remotos confines del mundo, lea está crónica, y no lo dude: visite Huayllapa, saboreé sus deliciosos quesos y conquiste el Huayhuash. Atrévase.
Pero además de la empresa ganadera comunal que produce magníficos quesos, la comunidad de Huayllapa cuenta con experimentados y diestros guías de montaña. Hombres que aman su tierra, sus tradiciones y, sobre todo, el privilegio de haber nacido al pié de las más bellas montañas del Perú. Y por eso mismo, justo cuando los peruanos descubrimos que serlo no es menos impresionante -ni menos rentable- que no serlo, la comunidad campesina ha tomado la determinación de constituirse en el bastión de ingreso nacional hacía la Cordillera Huayhuash. La mayor ocupación del área glaciar, la mayor cantidad de rutas y la mayor belleza de los mismos, ha conducido a promover costos asequibles (mucho menores a los que ofertan las empresas operadoras establecidas en Huaraz, vinculadas a las agencias europeas).
Cuando el 21 de noviembre de 1820, llegó de Cajatambo un contingente de 56 reclutas al cuartel general de Huaura, a los que dió bienvenida el mismo general San Martín -cuyas palabras eran traducidas- el coronel James Paroissien, testigo presencial, anotó en su diario: "Son fornidos montañeses y estoy seguro que serán buenos soldados". De seguro, que lo fueron. Pues, de lo que no cabe duda, es de que los cajatambinos siguen siendo magníficos montañistas. No por nada son tres cajatambinos, tres hermanos, Apolonio, Pedro y Guido Yánac, los protagonistas del logro histórico de ser los primeros andinistas peruanos en coronar la cima suprema de las montañas del Perú, el Huascarán, el día 4 de agosto de 1953.
Y es por eso que los comuneros de Huayllapa siguen siendo los más calificados guías y asistentes de alta montaña con que cuenta la Cordillera Huayhuash.
hola cesar reyes , que bueno el blog que comentas , te comentare que yo realizo tekk con unos amigos y salimos algunos lugares , pero nos gustaria conocer esos bellos lugares estamos en contacto , 987149665 gracias , luigui5@hotmai.com okey. saludos
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