miércoles, 1 de febrero de 2017

BATALLA DE AYACUCHO


















El domingo 18.12.1824 (nueve días después de la batalla final por la Independencia) el capitán del barco inglés -acoderado en el puerto del Callao- Cambridge, Tomas Maling, recibió una carta remitida por el Ministerio de Guerra y Marina del Perú;  uno de cuyos párrafos informa y precisa:"El señor Virrey La Serna y los Generales Canterac y Valdés han sido prisioneros, el primero gravemente herido; habiéndole sucedido el segundo en el mando quien capituló ante el General en Jefe Sucre, dando en consecuencia, orden al gobernador de la plaza del Callao, para que pusiese las fortalezas a la disposición de S.E. el Libertador y a los demás Gefes Españoles de todas partes para que se sometiesen al General en Gefe".
Por su parte, el capellán del Cambridge, Hugh Salvin, anota al día siguiente en su diario: "Las noticias habían llegado a Lima a las cinco de la tarde del sábado y un comerciante inglés residente allí me contó que la alegría de los habitantes era indescriptible, las calles se llenaron instantáneamente de gente, algunos preguntando ansiosamente y otros ansiosamente diseminando noticias. Se podía ver por todos lados a la gente estrechándose las manos, abrazándose y corriendo con frenesí de un lado a otro. El Libertador estaba en ese momento cabalgando fuera de la ciudad y no regresó hasta dos horas más tarde. El tumulto mientras tanto había decrecido en cierto sentido pero a su regreso a la portada del Callao recomenzaron las clamorosas demostraciones de alegría. La multitud se apretujó alrededor de su caballo, tanto que tuvo gran dificultad de abrirse camino y cuando llegó a su hospedaje, ubicado en la gran plaza, las escalinatas fueron instantáneamente cubiertas de gente, y los centinelas tuvieron gran dificultad para contener a la muchedumbre".
El día de Navidad, enviado por el general Bolivar, Bernardo Monteagudo (el abogado argentino que fuera ministro del general San Martín) visita el Cambridge acompañado por dos oficiales españoles. Aquel día el capellán Salvin anota: " Los oficiales del ejército son ambos españoles de nacimiento y nos dieron, con diagramas sobre el papel, explicaciones detalladas sobre lo sucedido en la batalla de Ayacucho".