sábado, 15 de junio de 2019

ENCUENTRO CON BOLIVAR




"En la mesa de la oficialidad de la fragata el tema de la conversación era Bolívar, a quien admirábamos como el conquistador de la Libertad patria y a quien frecuentemente comparábamos con Washington, creyéndolo superior".

"De gran uniforme, a la cabeza el almirante, montamos a caballo la mañana fijada, y después de una cabalgata de dos horas por caminos polvorientos, llegamos a Santa Magdalena, cuartel general del Libertador. Fuimos introducidos al salón del recibo, el cual estaba sencillamente amueblado".

"Bolívar vestía de uniforme azul, con bordados de oro; encima de los pantalones llevaba un par de botas inmensamente grandes, que le llegaban más arriba de las rodillas. Su aspecto y su actitud eran las de un perfecto militar. Era de estatura mediana, muy flaco y de constitución física bastante raquítica; el bigote grande y negro, y éste, lo mismo que su abundante cabellera, comenzaban a encanecer; pero le daban un aspecto marcial, que estaba en manifiesta oposición con su voz débil y con su desmedrada figura. La cara, decaída, obscura y quemada por el sol, comprobando las fatigas porque había pasado, mientras que la frente alta y la seriedad de sus modales inspiraban veneración e involuntariamente se veía uno obligado a inclinarse delantijoie de él, aunque no afectaba presunción o despotismo. A mí me produjo la impresión de un grande hombre, satisfaciendo en todo sentido la idea que nos habíamos formado de él, según las descripciones que se nos habían dado".

"Napoleón -dijo el Libertador- deja grandes recuerdos, y estoy seguro que todos los franceses la invocan en sus corazones".

"Con  una exquisita amabilidad, se dirigió a cada uno de los oficiales para preguntarles por sus nombres y por su posición a bordo de la fragata. Parecía fijarse con atención en los distintos apellidos, y a cada uno de nosotros nos dedicó unas palabras amables, lo cual hizo resaltar más la insuficiencia intelectual de nuestro almirante.
Como quiera que yo vestía uniforme de la marina danesa, algo diferente al de los demás oficiales, me preguntó la razón de ello, y cuando la di, dedicó unas palabras laudatorias a mi patria. 
A todos nos tomó de las manos, y al cabo de una hora terminó la audiencia.
Jamás había visto yo la superioridad de la fuerza intelectual manifestarse tan visiblemente como en aquella célebre visita"

Fuente: Colección Documental de la Independencia del Perú, tomo XVII, volumen tres, páginas 67 al 72.
Autor del relato: C Van Dockum (marino nacido en Dinamarca, integrante de la fragata francesa "Marie Therese", acoderado en el puerto del Callao en 1825)



viernes, 14 de junio de 2019

WILAKUY


Felices, ebrios de dicha, al escuchar
sus voces
se regalan sus voces.
Son solo palabras pero en realidad 
son caricias.
Caricias sonoras. Fuego de amor.

Miles de millas separan sus cuerpos.
Cuerpos unidos por palabras.

Avanza la noche, las palabras fluyen.
Llega la mañana, las palabras fluyen.
Transcurre el día, las palabras
-incontenibles-
siguen fluyendo.

Alegrías y tristezas, una vida entera, 
discurren bajo la clara luz 
de un nuevo día.

En la segunda mitad del siglo XX
durante diez y seis horas un diputado
pronunció el discurso más prolongado
de la historia parlamentaria del Perú.

Diez y siete horas después, 
al caer la tarde, 
a las cuatro en punto, en la quietud 
solitaria de dos habitaciones distantes,
llega a su termino
un diálogo para cuyo parlamento
no hubo ni hambre ni sed, 
solo hambre y sed de palabras.

Conversación convertida conversión,
destino, camino, dicha suprema 
de ser uno 
siendo dos a una sola voz.


jueves, 6 de junio de 2019

UNAY INTI




El Tayta Inti asomando por la ventana.
Tiernos pajaritos cantando en el jardín
el canto intemporal de las aves.
Flores aromosas (sobre  todo rosas)
de intensos y arduos colores.
Una morada iluminada por el vasto
sol de junio en una calle de Atlantic City.

Dentro de la morada, en una habitación
de albura inmaculada, los acordes 
de un arpa lejana y hasta el canto
de un gallo remoto estremecen 
el despertar de María Elena Vizurraga.

Sin embargo, tan pronto se impone 
el silencio cotidiano que da termino
a aquella íntima ceremonia de amor
por la tierra que la vio nacer, entre
flores silvestres y cantos de aves,
unas escuetas palabras, literalmente,
la lanzan desde su lecho  ante
los ojos del mundo.

Perpleja y consternada, presa de júbilo   
y estupor, lee las palabras que porta
el mensaje de la firma de perfumes
y moda mas legendario que aroma
y viste al mundo.

Nerviosa y presurosa, apenas despierta
su hijo (su fan más deslumbrado), 
coge su camioneta rumbo al salón
donde la espera la sesión de alta costura
organizado por la marca Chanel.

Medía docena de vestidos (cuyos costos
serian suficientes para comprar
un vehículo o una casa decorosa), 
transitan por su alado cuerpo mientras
las luces y los flashes iluminan el andar
radiante y glamoroso de la muchacha 
que un día, igual que las flores silvestres 
y el canto de los pájaros, 
vio la luz insobornable de la vida
bajo el sol inolvidable 
de Arayco.