sábado, 27 de agosto de 2016

CAJATAMBINA, FLOR DE MI VIDA



La venerable Nelly en familia

De tal palo tal astilla. Quien lo hereda no lo hurta. En la leyenda local de Cajatambo se cuenta que una hermosa belleza (descendiente de inmigrantes franceses) inspiró su canción mas representativa. Acaso fuera verdad (tal y como aseguran, amigos y familiares, del médico Pedro Reyes Barboza) que la presencia Nelly Ticeran Requejo motivó la existencia de "Cajatambina". O acaso no (tal como aseguran también, amigos y familiares, de Teófilo Gonzales Jiménez, el otro probable autor). Sea como fuere lo trascendente es que la canción existe y que seguirá existiendo, y, por igual, cautivando, en el confín de los tiempos.
Lo que, por otra parte, resulta inequívoco es la categórica beldad de quien se supone fue la destinataria, es decir: la inspiración, para su existencia.     
Precisamente durante las fiestas patronales 2016 tuve oportunidad de conocer y bailar (al ritmo de la banda de Llipa) con Yvana Contreras Ticeran (hija de Nelly). Y vuelto a la realidad, es decir: a Huacho, caigo en la cuenta que la hija de Yvana (que lleva su nombre) ostenta, para gratitud de sus predecesoras, la misma belleza y al mismo tiempo una presencia mediática que acaso ignoran no pocos cajatambinos pero no en cambio la mayoría de peruanos que sigue las emisiones de la Tv nacional. 
A su vez, el geneologista Otilio Vivar, precisa: "Nelly al igual que Amelia, Lupe, Elsa, Julia, Víctor, José, son hijos de Raúl Ticerán Vivar y Julia Requejo Oré; nietos de Eduardo Ticerán Bernard y María Flora Vivar León; Medardo Requejo Girón y Elvira Oré Híjar".
En definitiva -las imágenes lo corroboran- sus presencias, al igual que la del Huayhuash, justifican, con mas razón que nunca, llamar a la tierra en que nací, simplemente: Cajatambo, tesoro cantos y encantos.

 
 

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