El 11 de enero de 1996 nació Suzetty Santamaría Quinteros en la ciudad en donde, asegura una difundida creencia nacional, nacen las mujeres más bellas del Perú: Chiclayo.
Una década y media después, el 11 de enero de 2011, el día exacto de su nacimiento con sus radiantes quince años a cuestas Suzetty se encuentra en Cajatambo.
Una década y media después, el 11 de enero de 2011, el día exacto de su nacimiento con sus radiantes quince años a cuestas Suzetty se encuentra en Cajatambo.
Contra lo esperado y acostumbrado Suzetty aquel día memorable no baila ni celebra sino simplemente, paso a paso, camina por las calles de Cajatambo. Sin fiesta ni banquete, su cumpleaños se limita a unos cuantos inevitables saludos.
Rara muchacha sin duda que renuncia por petición expresa a todo aquello que desvive a las jovencitas de su edad en el momento estelar en que, se dice, las niñas comienzan a ser mujeres.
Ocurre sin embargo que también Suzetty espero con no menos ilusión y entusiasmo cumplir años y protagonizar la irrepetible parafernalia que la consagra. Lo que no previó jamás es que unos meses antes, un fatídico 9 de agosto de 2010 José, el hermano de su madre, su padrino, falleciera en un violento accidente en Huacho.
Desde entonces no existe día ni noche en que los acordes de las guitarras y las mandolinas no le recuerden a Suzetty que José, su tío preferido, esta presente.
Tan presente que nadie compite con Suzetty en el acopio de grabaciones que preservan las interpretaciones de José y de igual modo las publicaciones que guardan su recuerdo.
Acaso, por eso mismo, el homenaje más conmovedor que José Quinteros Pérez -el tenaz constructor de puentes y caminos que fue al mismo tiempo inspirado mandolinista de ritmos embriagantes- haya merecido provenga no de un discurso, ni aun de una semblanza impresa, sino simplemente de los pasos de aquella hermosa jovencita que pidió a su madre recorrer en silencio las calles de Cajatambo el día de su cumpleaños para juntar sus pasos con los de aquel tío inolvidable que le regaló su cariño y el encanto de su canto.
MUY BUENA PUBLICACION, Y TIENE TODA LA RAZON PORQUE CUANDO ESTAMOS ENTRE GUITARRAS Y MANDOLINAS ES DONDE MAS SE RECUERDA A JOSE DEL CARMEN QUINTEROS PEREZ (PADRE, TIO, HIJO)
ResponderEliminarERA NUESTRO TIO MAYOR Y PRACTICAMENTE SE LE CONSIDERABA UN PADRE, PERO DIOS SABE PORQUE HACE LAS COSAS Y AHORA TENEMOS UN ANGEL DE LA GUARDA QUE SIEMPRE NOS CUIDA DESDE LO ALTO.