(1919-20129) |
Guste o no, puesto que la vida ni la historia admite remiendos, la vida y la historia no es lo que quisiéramos que fuera sino lo que ha sido. En ese sentido, a pesar de los pesares de quienes lo lamentan y más allá del júbilo de quienes lo celebran, al evocar la década de los sesenta y setenta del siglo XX en el Perú es innegable el rol protagónico que le tocó cumplir al general Edgardo Mercado Jarrín.
Pero acaso más allá de su trayectoria militar y su actuación política, al militar se impuso el maestro e investigador acucioso de los avatares geopoliticos. Lo prueba el hecho mismo de haber sido en vida, y aun después, el más recordado y respetado de los comandantes generales del Ejército del Perú.
Aunque no guardo recuerdos personales de su paso por el poder (pues entonces me importaban otros juegos y fuegos), no obstante, cuando me tocó desempeñar el cargo de asesor legislativo recuerdo haberlo reconocido alguna vez, seguido por un asistente,al ingresar al Congreso. Pues en la discreta y apacible apariencia del anciano que vi cierta mañana se hallaba también presente la permanencia de uno de los hombres más poderosos del país.
Pues Mercado Jarrín no solo lució las insignias de mayor rango de su arma sino, sobre todo, la más alta distinción que puede ostentar cualquier persona: la luz de su pensamiento. Nacido en Tacna, sin duda, la honró con inteligencia y valor. Y de todos los recuerdos que convoca su memoria ninguna mejor que la sorpresa del editor de la pagina de opinión del periódico en donde el veterano y renombrado general publicaba sus artículos: "Fíjate que a veces lo he hecho esperar. Y me espera".
Y es que para Mercado Jarrín, al igual que para el general San Martín, esta guerra, la de la vida, "es también una guerra de ideas"
http://lahoradejuancruz.blogspot.com/2010/03/entrevista-al-gral-r-edgardo-mercado.html
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