martes, 12 de julio de 2016

SAN CRISTOBAL


Cajatambo y sus jirkas tutelares: San Cristobal y Huacshash

                                                                
De cualquier parte de la ciudad resulta visible. Para quienes nacimos en ella es, sin duda, lo que más hemos mirado y lo que ausentes más recordamos: San Cristobal, el apu tutelar que además de mirar se canta en Cajatambo.
Sin embargo, aunque todos la vean son pocos los que, al revés, ascienden a su cima para contemplar la ciudad cubierta con techos de calamina. A mis 53 años decidí hacerlo. Hollar el vértice de aquel magnifico mirador.
La mañana del lunes 23.5.2016 un station wagon blanco irrumpió en la plaza de Astobamba. Sus ocupantes venían a mi encuentro aunque, a decir verdad, apenas al despertar lo primero en que pensé es en mitigar mi urgente sed.

Plaza de Astobamba
"Allí viene Cesar". La risueña voz de Irene -a cuyas manos se debe la mas  deliciosa chicha de jora que se vende en el pueblo- anunció mi llegada mientras me dirigía a su tienda. Contratado para la ocasión, en el auto de marras, venían Raymundo Hijar -presidente del Patronato de Cultura y Turismo de Cajatambo- y Norberto Hijar -fotografo- para emprender conforme a lo convenido el ascenso al apu tutelar de la ciudad en que nacimos.
Provistos de coca, cigarro y ron emprendimos el ondulante recorrido de la trocha que conduce hasta el lomo del jirka -en cuyas estribaciones se localiza la ciudad- donde se yergue una cruz de metal empotrada sobre un pedestal de concreto. De modo que no podía merecer nombre mas explicito que el que le ha sido dado: Cruzpunta.

Cruzpunta

Hechos los brindis y las iniciales tomas fotográficas de rigor al pie de la cruz, luego de repartirnos imprescindibles puñados de hojas de coca iniciamos la caminata. Por un sendero angosto y cada vez menos vigente en poco mas de una hora alcanzamos la anhelada cima.

Norberto y Raymundo a media cuesta

Al llegar a la explanada final lo que mas impresión nos causó fue toparnos con una huanca (piedra vertical fijada en el suelo) y una pirka (muralla de piedra) circular de unos diez metros de diámetro desde donde es perfectamente posible ver (y entrever) pueblos, cerros y montañas perpetuas. Un verdadero privilegio de la vista. Rirgunansipa nahuinsiwan, shongunsiwan. Yarparkur, kushirkur.

AñaSan Cristobal de Cajatambo
 
 





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