lunes, 25 de noviembre de 2013

ANDEAN LOVER




Aunque no canta el hombre vive del canto. Y aunque tampoco encanta, si hay quienes celebran su dedicación al canto andino; y tanto, que hasta un ex dictador (en su gloria pasajera) lo llamó para formar parte de su legión estabularia (leáse parlamentaria). Apenas duró un año su investidura (pues el dictador cayó) y el hombre volvió al negocio del canto serrano.
Dueño de una cadena de restaurantes, su notoriedad sin embargo la debe a su presencia televisiva. Ni brillante ni ameno sino simplemente impertérrito y risueño, siempre acompañado - para compensar- por bellezas atractivas de la farándula folclorica. Se trata, sin duda, del huynero más conocido y afortunado del Perú.
Tanto que hasta quienes no lo conocen ni aprecian su labor no ignoran de su existencia: "Tengo una amiga -dice la gorda Mabel- que se ha metido con un viejo huaynero que la mantiene. Le paga el departamento y cada semana le entrega doscientos cincuenta soles. En total gasta tres mil soles mensuales en ella. El viejo está al borde de la impotencia y mi amiga dice que hace lo que puede".

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