Tanto, que un día cualquiera, en que vinieron a visitarla los muchachos (que ya van dejando de serlo) del grupo Raices Cajatambinas, no dudo en enfundarse la pollera de bayeta que heredó de su abuela y de paso dejar está magnifica y espontanea demostración de como baila el huayno cajatambino.
Cierto día en una calle de Huacho coincidí con Yuri Ortega y su esposa Pinina. Los salude con la gratitud de haber compartido huaylashadas en las calles de Cajatambo. Por su parte, con el compromiso de ser los padrinos en los carnavales de 2013 me invitaron a concurrir. Les aseguré que allí estaría y esta evidencia audiovisual así lo prueba.
Exactamente en el minuto 21:41 aparece, fugaz y deslumbrante. Se llama Gabriela, pero lo importante es verla y descubrir en ella la más cautivante gracia del carnaval cajatambino.
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