Regreso de Cajatambo. De las nubes y la lluvia al calor y el bochorno, del invierno al verano, del barro al polvo, del piso húmedo al pavimento candente, de las calaminas oxidadas a los techos desvaídos, de los rostros chaposos a las caras pálidas. En fin,vuelvo de mi querencia de cerros y árboles al desierto público de mis andanzas reales y virtuales (salvo las breves horas en la cabina de Radio Cajatambo).
He pasado ocho días raudos y emocionantes. Asistí a una reunión multisectorial para jerarquizar turísticamente la Cordillera Huayhuash y a la ciudad de Cajatambo conforme al marco normativo estipulado por el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo. Partciparon funcionarios del gobierno regional y local con representantes de la empresa privada. En mi caso, concurrí en representación de la agencia Perú Qoya.
El sábado 26.10.2013 partió a su última morada mi tía Octavia Espinoza. La misa de cuerpo presente se realizó en la Iglesía Matriz. Al terminar la ceremonia caía una intensa lluvia. Parecía que hasta el cielo lloraba su partida. En medio de un bosque de paraguas extendidos las mujeres entonaron el "Yo te adoro Santa Cruz", el canto fúnebre tradicional. Comparado con el calor que me ronda mientras evoco lo que apenas fue ayer, parece otro el tiempo y otro el mundo que evoco. Pero así es el Perú.
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