viernes, 5 de septiembre de 2014

II ENCUENTRO INTERNACIONAL DE ESCRITORES Y POETAS DE LA REGIÓN LIMA




Luciendo el gorro de la agencia de turismo Perú Qoya, la mañana del 17.8.2014 me embarqué rumbo al distrito de Ambar junto con los participantes del II Encuentro Internacional de Escritores y Poetas que se realizó en la ciudad de Huacho, Capital de la Hospitalidad. Y a nombre de Perú Qoya, a manera de contribución con el encuentro, me presenté y oficié de anfitrión de los viajeros.
Quince escritores y poetas, entre los que se encontraban Juan Carlos Priotti de Argentina y Patricio Guzmán Cárdenas del Ecuador y  asimismo José Pablo Quevedo, pintor, poeta y filósofo piurano residente en Alemania (en cuyo homenaje se realizó el encuentro) formaban parte de la comitiva. Pertrechados de sus respectivas obras creativas, todos, o casi todos,  abordaron  en las afueras de la Casa de la Cultura el vehículo que habría de recorrer los 70 km de trocha que separan Huacho de Ambar, la Sucursal del Cielo.
Integraba de igual modo la delegación  Narciso Robles Atachagua, presidente de la Sociedad de  Poetas y Narradores de Cajatambo, quien con sus ochenta y cuatro años a cuestas y sus nueve libros entre manos, viajaba entusiasmado para hacer entrega personal de sus obras y dar fundación a la biblioteca municipal de Ambar. Para Narciso doble motivo avivaba su entusiasmo: conocer el distrito que aun pertenecía a Cajatambo cuando él nació y llegar al pueblo cuyas montañas había escalado con sus alumnos del Club de Andinismo Escolar de Naván entre 1964 y 1966.
Hijo de padre ambarino y forjador de la Sociedad de Poetas y Narradores de la Región Lima, Julio Solórzano Murga, también regresa -a diferencia de ocasiones anteriores- para honrar la memoria de “Mocha”, su padre, quién alguna vez lo conminara con estas inapelables palabras: “Pobre carajo que no escribas sobre Ambar”. A su vez, Alcibiades Morales Torres, hijo de madre ambarina y autor de “Poemas del alma”, libro en mano y con el alma en vilo, viaja por vez primera a la tierra de su progenitora.
Como es obvio suponer la carga emotiva era inmensa y por eso mismo, en el desarrollo de la ceremonia presidida por el alcalde Lucio Alor Garay, entre alocución y alocución, no estuvieron desprovistas de la elocuencia adicional de las lágrimas y la emoción. Sin embargo, para mi propia sorpresa, aun teniendo sobrados motivos, ni mis ojos se nublaron ni voz se quebró. Al contrario, renegué por decir menos de lo que acaso debí.
Con todo, aunque asistí al encuentro como espectador y oyente, en las dos horas que duró el viaje del modo más libérrimo y cordial -lo que no acredita ninguna virtud- merecí la atención de los entrañables y distinguidos viajeros que, con sus presencias y sus obras, fueron a fundar la biblioteca "Hilmer Gavedia Sifuentes" de Ambar. Digamos que aquella fue mi móvil ponencia. Además de algunas lecturas y no pocas aventuras, conocer Ambar desde los brazos de mi madre me otorgaba cierta versación, pero sobre todo, me imponía la obligación de ser un correcto anfitrión.
Al final del viaje llegué a Ambar, literalmente, cargado de libros. Entre aplausos y risas, cada libro recibido de manos de sus propios autores, más que un regalo fue un testimonio espontaneo de gratitud y aprecio. Y por eso mismo,  más que libros -me figuro yo- serán siempre para mí mis más leales y preciados premios. 
Pero a pesar del fulgor radiante que nos acompaña y del humor fraternal que prevalece, aquel viaje memorable tuvo de pronto un detalle que jamás olvidaré. Ocurre que al hacer mención de los trágicos sucesos que a fines de 1997 causó el Fenómeno del Niño en Ambar evoqué a Joaquina y su muerte violenta. Les conté que Felicita Joaquina Laureano León llegó de Cajatambo a Ambar siendo niña con sus padres y que la tarde del 27.12.1997 en su estancia de Torrejirka al acomodar la calamina del techo para detener la lluvia diluvial que amenazaba inundar la rústica habitación donde se encontraba con sus pequeños hijos un rayo la fulminó.
También recordé que, a pesar de la destrucción de los puentes y los caminos, fue transportada entre abismos hasta el pueblo y que la imagen de su cuerpo inerte reposando sobre una kirma de palos apareció en la portada de La República a nivel nacional. Entonces, nunca como en aquel momento, me pareció preciso leer el poema que escribí en su memoria: “Miro tu foto / en la portada de un periódico. / Tu cuerpo inerte / sobre la camilla de palos. / El tiempo ha pasado / y parece mentira tanta noticia. / Parece mentira pero es verdad. / Las tardes de junio cuando cantabas en San Juan. / Tu vida en Torrejirka, / adonde llegaste siendo niña todavía. / Todo ha terminado. / Tu imagen es ahora un símbolo trágico. / Una ausencia famosa. / Parece mentira pero es verdad. / Encontrarte en una esquina / y en otra, / y saber que eres tú y no eres”.
Hechos los brindis y dichos los discursos, terminado el protocolo y arrasados los suculentos platos de cuye con que fueron agasajados, los poéticos paladares, previo al retorno, hicieron una petición final: visitar el cementerio. Nada pudo ser motivo de mayor sorpresa y gratitud -por mi parte y por parte de quienes habían escuchado el poema- que aquella  unánime y repentina voluntad de conocer la tumba de aquella comunera cajatambina que se hizo ambarina. Entonces toda la comitiva, incluido el alcalde, fuimos en busca de Joaquina.
Resurrecta en palabras. Viva en la memoria. Como no podía ser de otra manera Joaquina recibió sentidos cantos y vibrantes poemas, incluido el de José Pablo Quevedo que vino de Alemanía y eligió la tumba de Joaquina en Ambar para leer el único poema que dio lectura durante los tres días que duró el encuentro que llevó su nombre.

3 comentarios:

  1. La Proxima vez invitenme y avisenme las fechas para poder acompanarlos. De paso lean mis libros y en especial mi ultimo libro que se llama justamente "Virunhuaira". La portada del libro es la foto de mi madre. No les digo donde queda Virunhuaira para que lo busquen y sepan donde queda. Solo les digo que ese libro es mi respuesta a los poetas pitucos limenos que suenan con vivir y morir en Espana, Paris, Inglaterra o Alemania. Cuando se vsan a esos luigares, cantan las calles, los rios y mujeres de esos paises.

    El libro lo pueden bajar de mi pagina en Academia:

    https://ucriverside.academia.edu/RubenUrbizagastegui

    Siempre quise conocer Ambar. Mi padre hablaba de un lugra cerca que se llama "Escalerilla". Al parecer son restos arqueologicos del camino de los Incas que antes en las llamadas "Republicas" se limpiaban cada anno y se mantenian intachables. Infelizmente eso ya se perdio.
    Saludos.

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    1. Estimado Ruben, que grato tener noticias suyas y poder saludarte. Hace tiempo, Cuando estuve en San Marcos, lei tu libro y celebre que fueramos paisanos.
      La unica referencia quetuve de tu persona fue de parte de Fabicho, tu primo (hoy finado).
      Te recomiendo sintonizar (a partir de mediados de enero) todos los sabados 9:30 a 12:30 www.cajatambo.com el programa de radio "Cajatambo, cantos y encantos", pues alli hablare de ti y leere tus poemas.
      Un abrazo

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  2. Hola Cesar,

    Que bueno conocerte aunque sea por aqui. Estuve andando por esos lugares en noviembre pasado. Vuelvo cada anno a Cajatambo, especialmente mi tierra, mi pueblo, mi gente, "Virunhuaira".

    Bajate de mi pagina en Academia:

    https://ucriverside.academia.edu/RubenUrbizagastegui

    mi segunto libro que se llama "Caminando y Cantando sobre la mansa barriga de una vieja lagartija". Tambien alli encontraras varias resenas criticas sobre mis libros.

    Un fuerte abrazo y voy a escucharte el sabado.

    ruben

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